Una de las realidades que enfrentamos en el entorno digital tiene con el tener que reprimirnos, en espacios en los que antes podíamos expresarnos con mayor libertad, recursos y herramientas.
En muchas ocasiones el reprimirse de opinar, de compartir una reflexión, una idea, una propuesta, un pensamiento o cualquier contenido deseado, puede someter al usuario a una ola exagerada de haters u odiadores que escudados en el “anonimato” y “protegidos” por las pantallas son capaces de causar estragos en el entorno digital y peor aún en la salud mental del niño, niña o adolescente implicado o incluso de adultos.
Cuando un hater llega al material es capaz de descontextualizar el mensaje hasta propagar insultos, agresiones y críticas destructivas en contra no solo del que compartió o creó el contenido sino hasta a aquellos que simpatizan con la publicación y el usuario.
Si una persona no cuenta con las herramientas fundamentales para enfrentar esta situación a través de los medios virtuales, probablemente quedarán secuelas a lo largo del tiempo.
Este tipo de personas se han proliferado en los entornos digitales y muchos de ellos se conectan exclusivamente a encontrar, crear y recrear situaciones negativas sin importarles el contexto.
Desde #GrupoManos te dejamos algunas recomendaciones importantes:
Escrito por Eduardo Méndez (Director General Grupo Manos)
Author Profile
- Org juvenil venezolana sin fines de lucro que promueve tecnología, educación y ciudadanía a favor de la niñez y adolescencia.